Existen varias características que distinguen a los relojes Urwerk de cualquier otro guardatiempo. El más obvio es, por supuesto, la indicación Urwerk de marca registrada de horas de vuelo por satélite. Igualmente inconfundible es la forma de la caja con su imponente corona a las 12 horas. También puede mencionarse el amplio uso de SuperLuminova para iluminar las indicaciones en la esfera. Esto es más que un capricho creativo de los directores de la marca, más bien se remonta a la fuente de su inspiración: los relojes nocturnos del siglo XVII elaborados por los hermanos Campani.

Por lo tanto, uno de los requisitos fundamentales de cada reloj Urwerk es mostrar claramente el tiempo en la oscuridad. La luminosidad se encuentra en el corazón de la última creación de la firma, llamada Kryptonite, derivada de la intensa luz verde emitida por los marcadores de las horas. Pero lejos de generar los funestos efectos del mítico meteorito, es una perfecta combinación de coro para la caja de seguridad. “El contraste entre el estuche mate revestido con AITiN y la vívida fosforescencia de los números es sorprendente”, expresa Martin Frei, cofundador y diseñador en jefe de Urwerk, “es capaz de iluminar una habitación completa y mostrar el camino”.

Además de su fascinante efecto, el UR-105 CT Kryptonite es, ante todo, un bello objeto que se ajusta perfectamente en la palma de la mano. Su forma única es un octágono notable con profundos surcos longitudinales. Las influencias Art Deco son evidentes en sus ángulos geométricos y en su simetría. Como explica Frei, “Kryptonite tiene un aspecto minimalista con líneas limpias y sin adornos decorativos. Está estructurado verticalmente porque en el papel imaginé el Empire State Building, los rascacielos Chrysler o Comcast que se alargan sin fin hacia arriba, pero con una apariencia sombría, más parecida a Gotham City”.

Al deslizar la parte superior de la caja del Kryptonite, se revela el mecanismo, una complicación de hora errante basada en un novedoso carrusel de calado, que transporta los cuatro satélites, cada uno con tres números para las horas. Éstas pasan sucesivamente por la escala de minutos para una visualización analógica y digital de la hora.

De acuerdo con Felix Baumgartner, “el UR.105 CT es un reloj de diseño evolucionado. Cuando está cerrado, parece austero, con sólo la indicación de tiempo visible. Al abrir la tapa uno se adentra en un entorno metálico que ostenta una noción de velocidad y eficiencia. El carrusel fue totalmente rediseñado con la eficiencia en mente, convirtiéndose en un dispositivo ultra ligero y ultra rígido”.

Un indicador de reserva de marcha y otro de segundos digitales conforman el resto de la información que se muestra en la esfera del reloj. Aquéllos resultan notables, pues ofrecen una lectura a través de decenas de segundos.

El mecanismo se elaboró siguiendo un proceso fotolitográfico, con cada marcador calado para aligerar lo más posible el peso. Dos turbinas neumáticas en la parte posterior regulan la velocidad de autoenrollado, que se puede configurar con una palanca. En la posición FULL, el movimiento más leve de la muñeca se aprovecha para rebobinar los resortes del cañón. La posición STOP permite un rebobinado manual y la posición intermedia o ROJO, activa las turbinas para amortiguar el rotor de bobinado y evitar el sobreesfuerzo del muelle principal.

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