En 1928 se produjo la primera de 11 victorias de Alfa Romeo en la Mille Miglia. Noventa años después, en una edición récord con 450 equipos competidores, los vehículos italianos ocuparon los tres primeros lugares de la prueba, confirmando el vínculo inquebrantable entre la marca y “la carrera más bella del mundo”. De esta forma, la Mille Miglia 2018 fue ganada por el Alfa Romeo 6C 1500 GS Testa Fissa pilotado por Juan Tonconogy y Barbara Ruffini. El equipo argentino se coronó campeón en Brescia, ciudad que recibió la última etapa del serial.
En segundo lugar, a solo ocho puntos del vencedor, un impresionante 6C 1500 Super Sport de 1928 con carrocería Stabilimenti Farina, de la colección FCA Heritage, que normalmente se expone en el Museo Storico Alfa Romeo. El vehículo participó con el número 30, mismo número que llevaba el coche que ganó la primera victoria de Alfa Romeo en 1928. Los pilotos, Giovanni Moceri y Daniele Bonetti. Moceri es el campeón italiano de Grandes Eventos ACI Sport y ya ha ganado las carreras de regularidad histórica más importantes de Italia: desde la Mille Miglia hasta la Targa Florio y la Coppa d’Oro de las Dolomitas.
En tercer lugar, y para cerrar un podio enteramente italiano, un Alfa Romeo 6C 1750 SS Zagato, pilotado por Vesco y Guerini.
“La carrera más bella del mundo” pasó por Milán y el Museo Storico de la firma en Arese fue el lugar idóneo para recrear el legado victorioso de la marca en el deporte motor con varias pruebas cronometradas. Marcus Ericsson y Charles Leclerc, pilotos del equipo Alfa Romeo Sauber F1, dieron la bienvenida a la prueba y manejaron un Gran Premio Tipo B de 1932 y un 750 Competizione de 1955. Todo un tributo a la tradición de Alfa Romeo.
Para celebrar la importancia de la Mille Miglia para la firma, la marca ha decidido recrear la atmósfera de la histórica prueba en territorio italiano con la exposición «11 volte campione» en el Museo Storico Alfa Romeo en Arese, disponible hasta el mes de diciembre.