La capital alemana no es sólo arte, museos y cultura. Descúbrela.

Por Marisol Zimbrón F. / fotos: cortesías

A orillas del río Esprea se alza Berlín, ciudad relativamente joven, si se le compara con otras grandes ciudades europeas, pertenecientes a la lista de las 10 más grandes ciudades de la Unión Europea por número de habitantes y por superficie. Pero esa relativa juventud no le ha impedido protagonizar importantes sucesos a lo largo de la historia. Berlín ha sido capital de diferentes estados alemanes, iniciando en los albores del siglo XV como capital de Brandenburgo, uno de los estados del Imperio Romano Germánico —al que, dicho sea de paso, Johann Sebastian Bach dedicó varios conciertos— hasta llegar a convertirse, en el siglo XVIII en la capital de Prusia, un importante reino que con los años se convertiría en imperio, convirtiendo a Berlín en un referente mundial.
Incluso cuando la Guerra Fría la dividió en dos con la construcción de un ignominioso muro (que dividió también al mundo en dos ideologías), Berlín del Este continuó siendo la capital de la República Democrática Alemana y, a partir de 1990, con la unificación consecuente derrumbe del muro, volvió a ser la orgullosa capital de Alemania, dándose a la tarea de reconstruir muchos de los edificios que fueron bombardeados durante la Segunda Guerra Mundial. Tramos de ese muro se conservan como recordatorio de un “nunca más” a la separación forzada de familias y amigos.
Como símbolo de la reunificación alemana se alza majestuosa la Puerta de Brandenburgo (del siglo XVIII), antigua puerta de entrada a la ciudad y, tan sólo a unos metros de este monumento, se encuentra el Memorial del Holocausto, del arquitecto Peter Eisenman, con sus estelas de hormigón, como recordatorio funerario de la barbarie entre los seres humanos.
Si ya estamos en la Puerta de Brandenburgo, en el céntrico distrito Mitte, con sus elegantes calles y comercios, dirijámonos hacia el oeste, a la Plaza de París, para iniciar nuestro recorrido por Unter den Linden (Bajo los Tilos), el boulevard más tradicional de Berlín. Caminar por ahí nos permitirá descubrir por qué renombrados autores como Schiller, Goethe y Heine le compusieron sonetos, además de varias canciones de que es tema central. Disfrutemos del hermoso paseo mientras nos dejamos sorprender por la arquitectura de destacados edificios y monumentos que encontraremos en el trayecto.

berlin reichstag Queda constancia de la nueva época del Berlín de hoy en pleno corazón de la urbe, en la Postdamer Platz, tan famosa desde el siglo XIX por su intensa actividad cultural y comercial y que, durante la Segunda Guerra Mundial, fue prácticamente destrozada. Actualmente se yerguen rascacielos, modernos centros comerciales, prestigiosos restaurantes y atractivos bares para disfrutar sus célebres cervezas, acompañadas de sus no menos populares salchichas, como la currywurst, por ejemplo, y observar el ir y venir de las muchas personas que pasan por ahí.
En esta emblemática plaza, que conserva su efervescencia comercial y cultural, además de ser punto de convergencia de importantes avenidas, se celebra cada año, durante el mes de febrero, la Berlinale (Festival Internacional de Cine de Berlín), evento en donde se eligen a los ganadores del Oso de Oro y de Plata. En la edición de este año —la número 67—, se exhibió, entre otras cintas, un documental sobre Chavela Vargas. Si no le huyes al frío, puede ser un magnífico pretexto para visitar Berlín y disfrutar de lo mejor del cine internacional en un ambiente de lujo y glamour.
Cerca de la Postdamer Platz, en la zona de Tiergarten, se encuentran algunos imperdibles de esa ciudad: modernos edificios de asombrosa arquitectura creados ex profeso para su fin: la Berliner Philharmonie, sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín, que se destaca por la gran acústica que puede apreciarse en cada uno de sus magníficos conciertos. La Nueva Galería Nacional (Neue Nationalgalerie), que alberga principalmente obras del siglo XX, en especial de los periodos expresionista y cubista, así como del Bauhaus; la pinacoteca Gemäldegalerie —uno de los museos estatales de Berlín— que reúne una importante colección de arte europeo de los siglo XIII a XVIII con destacadas obras de renombrados maestros como Durero, Caravaggio, Rubens, Rembrandt y Tiziano, por mencionar sólo algunos, y la Biblioteca Estatal de Berlín, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.
Los amantes de la cultura quedarán plenamente satisfechos con toda la oferta cultural de este enclave, en especial al visitar la Isla de los Museos sobre el río Esprea, en donde también se encuentra la Catedral de Berlín, Santa Eduviges, de estilo neoclásico.
Las colecciones de arte y arqueológicas que lograron reunir varios reyes prusianos y que fueron diseminadas alrededor del mundo durante la Guerra Fría, fueron reunidas de nuevo a partir de la reunificación alemana para ser exhibidas en los diversos museos que se encuentran en la isla: el Museo Bode, el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Galería Nacional Antigua y el Museo de Pérgamo —que no podemos dejar de visitarlo si vamos a Berlín, para admirar las magníficas obras que expone, entre ellas el busto de Nefertiti, el Altar de Zeus, la Puerta de Istar, “la más bella de cuantas tuvo Babilonia”, entre otras muchas obras colosales del mundo antiguo y del arte islámico.

catedral BerlínPero Berlín no es sólo arte e historia, museos y cultura. También se le conoce como la capital mundial del techno, género musical preferido por la juventud berlinesa: es una ciudad de contrastes, abierta a las diversas maneras de pensar, atrevida, cosmopolita, multicultural y con una vibrante vida nocturna que podemos encontrar en diferentes zonas, entre ellas el dinámico y bohemio distrito Friedrichschain, al oeste de la ciudad.
El parque Tiergarten, otrora coto de caza, se convirtió a partir de 1915 en área verde para el disfrute de los berlineses. Como su nombre, “bosque permanente” indica, existe un compromiso adquirido de mantenerlo inalterable a lo largo de los años, sus estanques, veredas arboladas y hermosos paisajes, resulta un sitio ideal para descansar y practicar actividades al aire libre. También es céntrico y está cerca de muchos sitios icónicos de la ciudad. Ahí, en el siglo XIX, fue erigida la Columna de la Victoria (Siegessäule) para conmemorar el triunfo de Prusia en tres importantes guerras; este monumento culmina con una estatua de la diosa de la victoria, y si subir 240 escalones hasta la cúspide no es problema, se puede disfrutar de una inigualable vista de la ciudad. También vale la pena acercarse a la Casa de las Culturas del Mundo para apreciar su moderno diseño arquitectónico y disfrutar de alguno de los múltiples eventos culturales que ofrece durante todo el año.

Rodean al parque importantes sitios de interés, como el barrio diplomático del lado sur, con el edificio del parlamento alemán: el famoso Reichtag, de hermosa arquitectura neoclásica del siglo XIX, la residencia oficial del presidente de Alemania en el histórico Palacio Belleveu, el cual debe su nombre a la espléndida vista que desde ahí puede disfrutarse del río Esprea. Este palacio fue construido en el siglo XVIII por el hermano menor del rey de Prusia, Federico el Grande, como residencia de verano.
Muy cerca del Tiergarten, en un hermoso y moderno edificio a orillas del Esprea, se alza la Estación Ferroviaria Central de Berlín y en las inmediaciones el Jardín Zoológico, con una gran diversidad de especies en un cuidado ambiente.
Recorrer la capital alemana resulta sencillo si utilizamos el Metro (U-Bahn), en combinación con el tren de cercanías (S-Bahn), permitiéndonos realizar los diferentes traslados de manera rápida y sencilla, además de tener la oportunidad de adentrarnos en distritos y barrios poco turísticos, más alternativos, que nos dan la oportunidad de conocer el verdadero espíritu de la ciudad. También podemos descubrir el esplendor del antiguo imperio prusiano en los palacios que se conservan en distintos puntos de la ciudad, muchos de los cuales fueron restaurados para devolverles su majestuosidad, como el Palacio de Charlotteburg, que actualmente es un museo y está rodeado de un precioso jardín barroco.
Esta atractiva ciudad posee muchas plazas, como la Alexanderplatz, que se dice es la más grande de Alemania. También está la Gendarmenmarkt (Mercado de los Gendarmes), en cuyo centro se yergue la Sala de Conciertos (antes el Teatro de Berlín), flanqueada por la Catedral Francesa y la Catedral Alemana.
La oferta hotelera en Berlín es amplia y variada, tanto como la misma ciudad, por lo que es posible encontrar la opción más indicada a los bolsillos y a los diferentes estilos de los viajeros. Desde hoteles de impresionante lujo u hoteles boutique hasta hostales y bed&breakfast, ya sea de estilo sencillos original o muy sofisticado, lo importante es elegir el hotel adecuado de acuerdo con los lugares que se desean visitar, o lo cercano que se necesite de algún sitio en particular.

Muro Berlín Berlín, ciudad hermana de la Ciudad de México y que este año celebran el Año Dual, siempre se encuentra una intensa vida, sin importar la época del año. Esta metrópoli ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos y cuenta con una gran variedad de museos, cines, teatros, restaurantes, bares y discotecas: Berlín es una ciudad que ofrece mucho al visitante de cualquier edad y gustos, ya sea en los cálidos días del verano (que en julio y agosto llegan a rebasar los 30 grados centígrados), o en los fríos días del invierno, cuando la temperatura baja hasta casi los cero grados.
Berlín no te defraudará.

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