Tudor celebra su historia y a los audaces personajes que logran lo extraordinario.
Fotos: cortesía Tudor.
Con su nueva campaña, Tudor celebra su riqueza histórica y a los audaces personajes que, portando en todo momento un Tudor, lograron lo extraordinario en las condiciones más extremas. Porque desde su nacimiento hasta ahora, Tudor es “para los que están dispuestos a todo. Para los que afrontan sus miedos. Para los que se reinventan cada día. Un Tudor es para los que se arriesgan”.
Por todo lo anterior tiene sentido que la firma creada por el fundador de Rolex, Hans Wildorf, eligiera a nada menos que a David Beckham como su embajador,
Durante su trayectoria, el ex futbolista nunca dio nada por hecho, incluso lesionado o de préstamo en otro equipo, entrenaba más duro que la mayoría. Como jugador, se reinventó a sí mismo en cada partido. Ahora ya retirado del deporte profesional, sus logros continúan inspirando a generaciones. Aunado a esto, su actividad filantrópica, centrada en la protección y el bienestar infantil en el mundo, así como la salud y la educación de los niños en África, lo ha llevado a convertirse en un icono mundial del estilo, afrontando el miedo a lo que viene después de una exitosa carrera deportiva. Su trayectoria personifica los audaces valores que han hecho de Tudor lo que es en la actualidad.
Su gusto por las cosas finas es más que evidente. “A un inglés le encanta un traje elegante y un bonito reloj. Combinan bien juntos”, dice. Amante de los relojes de pulsera, conoció Tudor por su marca hermana, Rolex, de la que posee varios modelos. “Me atrajo Tudor por su atención a los detalles. Fue entonces que conocí la historia de la marca. Una historia de aventura, submarinismo pionero y audaces expediciones. Quedé fascinado al instante”. Beckham lleva en la muñeca el Black Bay S&G, un clásico reloj de submarinismo en acero y oro.