Por Marisol Zimbrón F.
Fotos: cortesía.
Junto al ancho río de la Plata se extiende Buenos Aires, la ciudad porteña poblada en sus inicios por inmigrantes —europeos, en su mayoría—, quienes le imprimieron esa diversidad cultural que tanto la caracteriza.
Su benigno clima la convierte en un destino ideal en cualquier época del año, aunque hay que recordar que julio es, por lo general, el mes más frío, por lo que necesitaremos de un buen abrigo si viajamos en invierno.
Henry Miller dijo alguna vez que “nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”, así que te invito a ver Buenos Aires con ojos de aventura y emoción, para descubrir nuevas experiencias.
Una manera diferente de acercarnos a sus barrios y costumbres es a través de las visitas guiadas gratuitas que ofrece el gobierno bonaerense, como el de música porteña, para sumergirnos en el rock y el tango, tan característicos de esta bella tierra austral. No hay que olvidar San Telmo, uno de los barrios más representativos de Buenos Aires, con sus residencias del siglo XIX, así como los espectáculos callejeros de fin de semana en la Plaza Dorrego, las tiendas de antigüedades, sus museos e iglesias.
Visita obligada es La Boca, un animado barrio en donde se asentaron inmigrantes genoveses y le imprimieron una fisonomía propia. Justo aquí se encuentra la famosa y colorida ca
lle “Caminito”, emblema de la ciudad que se convierte en teatro al aire libre durante las noches de verano.
Todo buen viajero sabe que no se puede dejar de ir al sitio fundacional, por lo que recorreremos el casco histórico que alberga importantes monumentos y la icónica Plaza de Mayo rodeada de la Casa Rosada, la Catedral y el Cabildo. Si es de tu agrado la arquitectura, caminar por la Avenida de Mayo con rumbo a la Plaza Congreso te permitirá contemplar interesantes edificaciones estilo neoclásico y art Nouveau, podrás detenerte en el legendario Café Tortoni, para finalmente llegar al impresionante Palacio del Congreso. En los alrededores del centro está la calle peatonal Florida con sus tiendas exclusivas y la Avenida 9 de Julio con el Obelisco y con el Teatro Colón.
En el refinado barrio de La Recoleta también existen construcciones estilo art Nouveau, así como lujosos comercios, restaurantes, cafeterías, el Palacio Nacional de las Artes (Palais de Glace), la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, así como su cementerio, considerado una obra de arte.
Para disfrutar la excelente gastronomía argentina acompañada de sus prestigiados vinos no dejes de visitar Puerto Madero, el barrio más joven de la ciudad. Aquí es notable el Puente de la Mujer, cuyo espectacular diseño simboliza una pareja bailando tango.
Tango, milonga, gastronomía, vinos, un paseo por el río, deambular por los barrios… toda una experiencia que hay que vivir.
