Daniel Strom es un apasionado de muchas cosas. Motocicletas, ingeniería fina, mitos y leyendas… también lo es del arte, la pintura y la escultura. Strom es particularmente sensible a los trabajos de HR Giger, a quien tenemos que agradecer la creación de la criatura espacial de la primera cinta de Alien, dirigida por Ridley Scott, en 1979, por la cual el artista suizo ganó un Oscar en 1980 en la categoría de “Mejores efectos visuales”.
Años después de que esta legendaria cinta fuera estrenada, un cliente y fan del mundo de Agonium, que resultó ser amigo de este maestro de lo increíble, presentó a Daniel con HR Giger. “Esta persona me invitó a su casa en Zurich, de la forma más familiar posible. Cuando le enseñé a Giger mi Agonium y le dije que me gustaría crear un reloj con él, aceptó de inmediato”, recuerda el relojero.
De un legendario trabajo a otro
La idea fue, inicialmente, producir una esfera inspirada en uno de los más conocidos trabajos de HR Giger, su ELP II de 1973 (work no. 217), pintado con pincel de aire en una sola noche. “Para mi, esta sensual boca femenina en una calavera es la encarnación perfecta de la transitoriedad, de la naturaleza efímera de la existencia”, explicó Strom. “Desafortunadamente, nunca tuve la oportunidad de admirar el trabajo original, que fue robado en 2005 y nunca regresó a su dueño original, a pesar de múltiples pistas sobre su paradero. Pero eso no nos impidió reproducir ese trabajo en la esfera, y por sobre todo, recrearnos en su fascinante relieve en 3D, gracias a una astuta combinación de tecnología y artesanía”.
Una vez que la esfera estuvo elaborada en plata fundida, ennegrecida y pulida a mano, tanto el artista como el relojero decidieron llevar las cosas a otro nivel y también crear una caja Agonium que también expresara el increíble universo de Giger.
De esta manera, como si fuera la cosa más natural del mundo, que encontramos los famosos cráneos alargados de la escultura biomecánica exhibidos a la entrada del Museo HR Giger en Gruyères, Suiza. Emergiendo del material, cuatro relucientes cabezas de esta criatura Cyborg se extienden desde las asas, mientras que las partes del cuerpo están grabadas en la caja en una estructura perfectamente ejecutada. Y todo, obviamente, producido a mano.
Hasta la hebilla de la correa está decorada con elementos inspirados en el emblemático mundo biomecánico de HR Giger.
Tributo a un amigo
Profundamente triste por la muerte de su gran amigo, HR Giger, Daniel Strom esperó tres años antes de presentar al público esta creación en conjunto, que fue también uno de los últimos proyectos en los que el artista trabajó. En tributo al hombre que se convirtió en su amigo, Strom llamó a este guardatiempo “In Memoriam HR Giger”.
Una verdadera escultura que incorpora una mezcla de arte y artesanía, limitada a 99 ejemplares, que parece tener varias vidas, revelando diferentes caras dependiendo de la luz y el ángulo desde el que se le admira. Una inquietante vorágine de evocaciones que parecen emanar, directamente, desde las profundidades de nuestro subconciente y que son reconocibles en la mayoría de los trabajos que caracterizaron al gran genio suizo HR Giger.
Imágenes: cortesía Strom
