Por Javier Merino / @javitomerino
Hablar del artista plástico Javier Marín, es hablar de un artista mexicano que puede romper con un paisaje equilibrado con esculturas monumentales que no pasan desapercibidas por nadie. Es hablar de un artista orgullosamente mexicano que ha expuesto en lugares como Campeche, Milán y Vancouver, entre otras ciudades.
Si bien, Javier Marín modela con el cuerpo humano, asegura que cada escultura nace a la escala que debe tener. El primer paso es tener una idea, después concebirla mentalmente con las dimensiones reales y posteriormente desarrollarla. Son esculturas que no son creadas a escala real ya que no le gusta la realidad.
La figura humana es el elemento central, pero debemos aclarar que las figuras no son cuerpos completos. Marín hace esculturas en las que intervienen muchas personas y cada una deja algo de sí mismo. Le gusta que sus piezas tengan huecos ya que cada persona puede darle su propia interpretación.
¿Quién es Javier Marín?
Víctor Javier Marín Gutiérrez nació en Uruapan, Michoacán, en 1962. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México de 1980 a 1983. Este artista contemporáneo pertenece a una familia de escultores, se ha caracterizado por sus figuras humanas de grandes dimensiones.
El barro fue el primer material con el que trabajó, iniciando con vasijas. Su primera exposición en solitario fue en 1990 en el Museo Carrillo Gil y posteriormente añadió nuevos formatos y materiales para combinarlo con resinas y hacer piezas de grandes dimensiones. Hoy en día también incorpora el bronce y la madera.
Si bien la escultura es su trabajo más conocido, también ha incursionado en otros medios como la pintura, el grabado y el diseño de vestuario. Lleva más de 20 años con su estudio en la colonia Roma en la ciudad de México y asegura que llegó a este lugar por ser un espacio libre y que en su momento, no era caro.
Preocupado por vincular las artes plásticas
Más allá de ser un artista plástico, Javier Marín encabeza la fundación que lleva su nombre, un espacio que investiga, vincula y profesionaliza las artes plásticas y visuales. Javier se encarga de apoyar a diversos artistas para la difusión de su trabajo. La Fundación Javier Marín cuenta con dos programas de trabajo estrechamente vinculados entre sí: Programa Educativo y el Programa de Colecciones, mismos que giran alrededor de tres ejes fundamentales: La investigación, el conocimiento y la experimentación.
Por una parte, el Programa Educativo conceptualiza y ejecuta diferentes proyectos que llevan a cumplir la misión de generar aproximación, profesionalización, experimentación y discusión alrededor de las artes plásticas y visuales, así como el diálogo con otras disciplinas artísticas y no artísticas.
30 años de carrera
A lo largo de tres décadas de trabajo, tiene en su haber más de 90 exposiciones individuales y 200 colectivas realizadas prácticamente en todo el mundo, desde su natal México, hasta Estados Unidos, Europa y Asia. Para conmemorar estos 30 años, tuvo dos exposiciones compuestas por dos palabras que daban pie a cada una, Corpus Terra.
La primera, titulada Javier Marín, Terra se presentó en el Palacio de Iturbide en donde se mostraron más de 100 piezas, algunas que datan de 1984 y otras fueran hechas para esta exposición. Y la segunda, Corpus, la belleza de lo imperfecto se presentó en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, recinto que la definió como “una oportunidad para redimensionar el lenguaje y la escultura de Javier Marín en el contexto contemporáneo”. Aquí se mostraron distintas esculturas poco vistas en México de dos décadas de la trayectoria profesional de Marín.
Si te perdiste estas exposiciones tienes dos opciones para conocerlas, ya sea descargando la aplicación de Javier Marín para conocerla de manera virtual o adquiriendo los libros Corpus y Terra de editorial Terreno Baldío.
UN POCO MÁS DE JAVIER MARÍN
Twitter: @JavierMEscultor
Utiliza la figura humana para hablar del ser humano
No le gusta copiar la realidad y no utiliza modelos
Utiliza las barbas en los hombres por el estatus que representa
Ha recibido diversos premios como el Primer Premio en la Tercera Bienal Internacional de Beijing en 2008