El Rolls-Royce Dawn Black Badge toma su inspiración de la sensualidad y el misterio de la oscuridad.

En marzo de 2016 Rolls-Royce presentó un momento verdaderamente transformador en el paisaje del lujo: la introducción de una familia de automóviles denominada Black Badge, diseñada como respuesta a las demandas de una nueva generación de clientes, más exigentes y dinámicos.

El Ghost Black Badge y el Wraith Black Badge tuvieron un éxito abrumador, por lo que la firma inglesa decidió agregarle un nuevo capítulo a la historia Black Badge, y aprovechó el Goodwood Festival of Speed de 2017 para el lanzamiento mundial del Dawn Black Badge, la expresión más determinante de lujo abierto en el mundo.

El Dawn Black Badge se erige como el más lujoso y sensual espacio para disfrutar del aire libre nocturno. Se presenta con un tono mucho más oscuro e intenso de negro que sus semejantes. El lustroso color negro de la carrocería es fruto de interminables manos de pintura y laca, aplicadas y pulidas a mano en un proceso exhaustivo, lo que da como resultado un color profundo, oscuro e intenso como ningún otro. El techo, que se abre en un silencioso ballet para permitir la entrada de los sonidos de la noche, sólo está disponible en lienzo negro, en tanto que la cubierta posterior está forrada en cuero, también negro.

La oscura estética del auto se expresa sobre todo en el “Espíritu del Éxtasis”, el cual se transforma en algo que evoca a un vampiro brillante, terminado en cromo negro perfectamente ejecutado. Y continúa hacia las superficies de cromo, incluyendo la rejilla frontal, la tapa del maletero, los tubos de escape y la entrada de aire. El efecto habla de una sensibilidad más audaz y confiada.

Este audaz diseño se extiende hacia el interior, exquisitamente diseñado para los exigentes clientes de la firma inglesa. El cuero negro que recubre el habitáculo se acentúa audazmente con detalles en color mandarina, incluyendo una tira anaranjada que rodea la cabina a la altura de la cadera, como evocadora puesta de sol antes de que los pasajeros se sumerjan en la oscuridad. Un último toque, guiño a los pioneros de

En cuanto a la motorización, los ingenieros de Rolls-Royce explotaron la flexibilidad del magnífico motor del Dawn, un 6.6 litros twin-turbo V12 para dejar atrás los 570 caballos de fuerza y arrojar una nueva potencia de 600 caballos de fuerza y 840 Nm de par máximo. Y continúa asociado a una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades.

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