Apenas escuchar el nombre Baccarat, podemos remontarnos a agradables tardes de juego… o la reconocida compañía francesa que se apoderó del mundo con su fina cristalería y sus joyas, entre muchas creaciones a medida que roban el aliento.

Hace unos pocos años, la historia de Baccarat fue llevada al siguiente nivel gracias a su primer hotel, que abrió fue en el corazón de Nueva York, combinando de la manera más hermosa el lujo francés con la artesanía de cristal, que puede verse en todos lados, desde las deslumbrantes lámparas de araña, las ventanas y en una gran cantidad de llamativos detalles. Por ejemplo, el vestíbulo está revestido con 1,800 vasos, mientras que cada una de las 114 habitaciones tiene un vaso diferente dentro, en una fresca vitrina.

Cada habitación está decorada con una sofisticada mezcla de decoración contemporánea parisina y modernos lujos, como televisión de pantalla plana, Internet de alta velocidad, sistemas de sonido inalámbrico. En las suites las elegantes áreas de baño y de estar se encuentran separadas, para mayor comodidad.

El tema francés también se repite en su restaurante, en donde se ofrece una versión moderna de la cocina francesa, en tanto que el bar con techos abovedados es el mejor lugar para disfrutar una amena charla disfrutando una de la extensa carta de bebidas que ofrece.

Además, su ubicación es envidiable, pues se encuentra a pocos pasos del Museo de Arte Moderno (MoMa), de la Catedral de San Francisco y del Radio City Music Hall, así como de las boutiques de marcas más exclusivas del mundo: Gucci, Prada, Ralph Lauren, Burberry y Cartier.

Y para relajarse luego de un agitado día de paseos, museos y tiendas, nada como visitar el SPA de la MER, en donde se ofrecen tratamientos personalizados con excelentes fórmulas basadas en la biofermentación, creación de la firma La Mer.

El Baccarat Hotel de Nueva York es miembro de la colección Grand Luxury Hotels, lo cual significa una garantía de buen servicio y lujo.

 

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