Créditos de foto: Piaget (Piaget Altiplano 60th Anniversary Pocket Watch).

Piaget Altiplano 60th Anniversary Pocket WatchCuando el Altiplano fue creado, en 1957, revolucionó el mundo de la relojería. Más que un espectáculo de virtuosismo técnico, Altiplano definió un nuevo conjunto de reglas estéticas y un marcado estilo clásico que ha perdurado por seis décadas.

Hoy, Piaget le da un giro inesperado a un clásico atemporal: el reloj ultrafino se aleja de la muñeca de su propietario para convertirse en un elegante reloj de bolsillo, destinado a ser el complemento ideal para un estilo maven o dandy.

Resueltamente discreto y nada ostentoso, el Altiplano 60th Anniversary Pocket Watch hace una declaración de estilo. Atado a una cuerda de piel de becerro azul, el reloj de bolsillo equilibra la sofisticación clásica con un toque de audacia contemporánea. Regresando a los códigos de diseño que pusieron en el mapa al reloj en 1957, el reloj de aniversario de Piaget se inspira en los relojes ultraplanos de finales de la década de los cincuenta. El cautivador tono azul de la esfera con terminado Rayos de sol, entre cobalto y medianoche, se combina con el oro blanco de los marcadores y las agujas tipo bastón, típicas de la colección Altiplano.

El histórico logotipo de Piaget que decora la esfera es un hermoso recordatorio del primer Altiplano y las tradiciones relojeras ultrafinas alimentadas por la manufactura de Alta Relojería en donde cada pieza es desarrollada, producida y decorada a mano por los hábiles artesanos de Piaget.

La fina caja encierra un movimiento mecánico 1200P, el cual es visible desde el fondo de zafiro, junto con las decoraciones côtes de Genève, los puentes biselados y la placa circular de grano grueso, además de tornillos azulados.

Como homenaje, el Altiplano 60th Anniversary Pocket Watch puede convertirse en un reloj de mesa gracias al soporte de marquetería azul.

La edición del Altiplano 60th Anniversary Pocket Watch está limitada a seis piezas, demostrando la capacidad de Piaget para reinventarse sin perder de vista los códigos de diseño que lo han convertido en el epítome de la elegancia.

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