Fotos: cortesía La Casa que Canta
Enclavado entre los riscos y los acantilados, muy cerca de la playa La Ropa, este hotel boutique de tan sólo 25 suites y dos villas es el refugio ideal para descansar y disfrutar de la belleza natural de esta bahía guerrerense.
Nada más llegar, uno se siente cálidamente bienvenido, debido a la esmerada atención y al ambiente lujoso y relajado que impera en el hotel. En cada habitación siempre hay fruta fresca y un mini bar de cortesía, además de una pequeña alberca para disfrutar y relajarse en privado.
Entre las actividades con las que cuenta el hotel sobresale su “alberca infinita”, que ofrece asombrosas vistas del mar perdiéndose en el horizonte, además del exclusivo Spa by Clarins, en donde se ofrecen los mundialmente reconocidos tratamientos rejuvenecedores y masajes relajantes de Clarins.
Para los amantes del golf, existen dos magníficas opciones para pasar una agradable mañana disfrutando de este deporte, el Campo de Golf Palma Real y el Club de Golf Marina Ixtapa, muy cerca del hotel. Pero si lo que se desea es disfrutar la naturaleza en todo su esplendor, existe la posibilidad de tomar clases de yoga disfrutando la vista de los impresionantes amaneceres en Zihuatanejo o dar paseos en kayak o en bote, además de poderse sumergir en las cristalinas aguas de la bahía para descubrir los hermosos arrecifes de coral que se encuentran frente a las playas.
Y para cerrar con broche de oro cada día, una espléndida cena espera a los huéspedes, preparada cada día con la pesca del día o con una cuidada selección de platillos inspirados en las diversas regiones de nuestro país.