David Brown, aunque no precisamente el fundador, sí fue una figura clave para el éxito de Aston Martin, proporcionándole una gran cantidad de éxitos tanto en competición como en ventas y prestigio.

La era de David Brown en Aston Martin —una de las épocas más interesantes de la historia de la firma— comienza a escribirse en 1947, cuando compró la empresa. Al siguiente año, el empresario compró otro fabricante inglés que atravesaba dificultades, Lagonda. Unió ambas marcas en una sola empresa y creó Aston Martin Lagonda, nombre con el que se le conoce en la actualidad.

Entre los frutos que cosechó Brown, está la tan ansiada victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans en 1959, con el DB4 GT pilotado por Roy Salvadori y Caroll Shelby.

En 1964, no pudiendo lograr trasladar el éxito en la pista a las ventas, Aston Martin se retiró de la competición y se centró en los autos de calle… Pero algo tan sencillo como una llamada telefónica hizo que Brown lograra una de las mejores operaciones de marketing de la historia.

Eon Productions necesitaba un deportivo inglés para uno de los personajes más famosos de la pantalla grande: James Bond. Aunque en los libros Bond conduce un Bentley, el productor Robert Broccoli pensó en el Jaguar E-Type, pero Sir Williams Lyons se rehusó a entregar tres Jaguar E-Type para el rodaje. Broccoli llamó entonces a su segunda opción, Aston Martin. Brown aceptó encantado y así, tras 15 minutos en la pantalla grande, Aston Martin se convirtió en un ícono de la elegancia, la deportividad y la seducción.

En 1972 —mismo año en que se dejó de producir el DBS— Brown vendió Aston Martin Lagonda a dos inversionistas, el estadounidense Peter Sprague y el canadiense George Minden. Cuando Ford tomó el control de la firma, no dudó en retomar las siglas DB para el nuevo modelo bajo su dirección, marcando una nueva era de crecimiento y éxito para la empresa.

El DB2/4 MkII

Uno de los modelos más raros que ha producido la firma es el DB2/4 MkII, el cual marcó el inicio del reinado de David Brown. Este vehículo estaba equipado con un motor VB6J de tres litros manual que producía 140 caballos de fuerza. Desafortunadamente, la crisis de Suez impactó la disponibilidad de gasolina, alentando las ventas del vehículo, y pronto fue sustituido por el MkIII. Apenas se produjeron 199 MkII, y sólo 15 en el estilo Drophead.

En agosto de 1956 este Drophead DB2/4 MkII se convirtió en propiedad de un tal señor Engelbach. Su segundo dueño conocido, el teniente coronel John Madison, de Nueva York, compró el auto al comerciante Keen & Partners Ltd. en el sur de Londres en octubre de 1965, y lo conservó durante más de 30 años.

Cuando en 2001 pasó a otras manos, el vehículo fue enviado a Roos Engineering para una completa restauración, que terminó en 2002. Resplandeciente con su exterior de dos tonos de negro, capucha beige e interiores en cuero rojo, el Aston Martin luce ahora tal como salió de Newport Pagnell hace más de medio siglo.

 

 

Pin It on Pinterest