«Ligereza», el punto de partida de Italdesign
Fotos: Italdesign
“Ligero”. Éste fue el punto de partida de los ingenieros y diseñadores del proyecto ZEROUNO, encabezados por el diseñador Filippo Perini, responsable nada menos y nada más que de los impresionantes Lamborghini Huracán, Aventador y Veneno.
Diseñadores e ingenieros trabajaron de la mano para encontrar soluciones de estilo y viabilidad que cumplieran con los requisitos de diseño y rendimiento para conseguir un automóvil vanguardista en términos de rendimiento y seguridad.
Se limitó el peso final del auto lo más posible para asegurar un desempeño excepcional. Para este fin, destaca el uso de la fibra de carbono en la carrocería y el aluminio en el chasis, además del poderoso motor V10 de 5.2 litros aspirado naturalmente (sí, el mismo que equipan el Lamborghini Huracán y el Audi R), con el que el vehículo alcanza los 100 km/h en 3.2 segundos, y puede llegar a una velocidad máxima de 330 km/h.
El ZEROUNO es un auto de carreras homologado para ser conducido por caminos normales. Su frente está inspirado en lo más novedoso de la tecnología para autos de carrera, profundizando en lo más estudiado de la aerodinámica; las luces son de LED y también cumplen una función aerodinámica. En cuanto a la parte posterior, ésta sigue la tendencia “semi-naked” que resulta particularmente evidente en los contornos tensos y angulados de los alerones, así como en los escapes de titanio, diseñados para acelerar el flujo de salida de los gases.
Los rines —un aspecto importante por sus dimensiones y el impacto estético en el diseño general del auto— fueron diseñados especialmente para el ZEROUNO por la compañía italiana OZ. Tienen un diámetro de 20 pulgadas y cumplen la misión específica de extraer el aire caliente generado por los poderosos frenos cerámicos de carbono con ocho pistones frontales y seis posteriores. El perímetro de la estructura está recubierto con fibra de carbono que maximiza el efecto aerodinámico y el enfriamiento del sistema de frenado.
El interior del ZEROUNO también busca eliminar cualquier peso innecesario. Al estar homologado con un vehículo de calle, cuenta con bolsas de aire frontales y laterales, pero los materiales utilizados garantizan un alto rendimiento y un bajo peso. Elegante y esencial, la cabina va de acuerdo con el exterior: la fibra de carbono domina el estilo general, que destaca en los paneles de las puertas y la consola, esta última equipada con monitores que ofrecen información importante para el conductor. Por su parte, la caja de cambios de doble embrague de siete velocidades es controlada por paletas clásicas montadas detrás del volante.
Los cinco afortunados dispuestos a pagar 1.6 millones de dólares por un ZEROUNO podrán personalizar al máximo sus vehículos, para que cada uno de ellos sea realmente único. Podrán elegir el color de la carrocería, o si prefieren conservar el aspecto de la fibra de carbono. También se ofrecen diversos paquetes opcionales para el exterior y el interior, de los cuales el “Corsa” es el más extremo, pues su acentuado diseño aerodinámico está destinado exclusivamente para la pista.